viernes, 31 de julio de 2015

Siendo muy fea para los sindicaleros:El dopaje de dopamina

Me parecía interesante pero no desde  la  feniletilamina (esa rechonchona de la parte izquierda).Digamos que la curiosidad venía de la parte intelectual. Aún así y no se cómo,  me entró un ataque de oxitocina narcisista, relacionado fundamentalmente con un deseo de compartir saberes y experiencias(Sí de esos que desperdiciamos por el facebook).Estaban mis dopas  tan lejanas al filtreo que cuando me mandó una foto suya en bañador ,estas se helaron (a pesar de las altas temperatura). No me suelo escandalizar de nada pero es que  no venía a cuento. Cómo no, durante unos días seguí en el juego pese a sentirme "peona" en su ajedrez a la medida:"No me escribas a esta hora" "Me molesta esto" "Me siento así y asá" y en su discurso nada que saliera de la primera persona del singular. Añado las veces en las que el descansaba de sus causas solidarias y untábamos bien incómodos silencios o trisílabos monosilábicos.
La verdad y no se porqué  mi mente traducía su discurso a semi  bable, causándome la impresion de un deja-vu  impersonal.
Intenté abrirlo con abrelatas  y al final tuve que usar un cuchillo para rasgarme las vestiduras del optimismo. Pensé: "Compañero ¿Eras tú el que me hablabas de los derechos civiles, el que te jactabas de ser el primer feminista de tu zona?....Me mandas una foto en la playa  y ¿Qué esperas que diga, que tienes unos músculos maravillosos que te sujeten el puño en alto?
Horrorizada por no haberme acordado de cómo eran estas cosas  coloco una yegua en el tablero en vez de un caballo y me lo salto directamente.

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